Por Luciano Eutimio Armas Morales

En política, con demasiada frecuencia, se actúa en función de estrategias electorales, de ambiciones o caprichos personales, de afán por descalificar y machacar al rival político o de subirse al carro de una corriente populista alimentada por desinformaciones, bulos o temores. Creo que estamos cansados de verlo a nivel nacional.

Y ocurre con harta frecuencia, que una iniciativa objetivamente beneficiosa que debería suscitar un consenso y apoyo mayoritario, es rechazada y utilizada como arma arrojadiza para hacerle daño al rival político y obtener rentabilidad en expectativas electorales, olvidándose del verdadero sentido que tiene la representación política. No es lógico, pero en política la lógica con mucha frecuencia no funciona.

Y es que con la iniciativa de crear un Parque Nacional Marino en la isla de El Hierro se ha producido un verdadero terremoto sociológico. La Plataforma de Afectados por el PNM, en algunos aspectos me recuerda como comenzó el movimiento ciudadano de oposición a La Lanzadera: Una movilización ciudadana ante lo que se considera una agresión exterior que comporta riesgos y va en contra de nuestras costumbres, nuestra cultura, nuestra idiosincrasia… y nuestra economía.

He seguido con cierto interés el proceso, e incluso promoví en su momento como consejero del Cabildo una jornada informativa con asistencia de técnicos de la Universidad de La Laguna, que por cierto no fue del agrado de la entonces presidenta. He leído algo de la documentación publicada sobre este particular, y asistí a la reunión celebrada en el Cabildo Insular el pasado 20 de junio, en la que técnicos del ministerio expusieron las líneas generales de la iniciativa para crear el Parque Nacional Marino ante diversos colectivos y ciudadanos, dando lugar luego a un clarificador debate.

Pero tras esto, ha venido una especie de marejada de oposición al proyecto, en la que, ante la carencia de argumentos sólidos para oponerse se recurre a los sentimientos, tomando la forma de una reacción defensiva ante un intento de “agresión exterior”, en la que se pretende marcar el territorio, bueno, en este caso el mar, de los que quieren usurpar nuestros derechos ancestrales. Y hasta algunos de los que estaban a favor del PNM temen pronunciarse, y salen por la tangente pidiendo más información, un referéndum, que se demore el proceso, o cualquier otro pretexto.

He oído la entrevista del presidente del Cabildo Alpidio Armas en el día de ayer, dos de agosto, en la que expone razonadamente y con argumentos cual es el proceso de la creación del Parque Nacional Marino. Y que conste que considero nefasta la gestión de Alpidio como presidente del Cabildo, a quien además no considero un presidente socialista, sino un franquiciado del PSOE en el Hierro, pero eso no impide que me manifieste de acuerdo con sus palabras y considere que es acertada su gestión y su argumentario en este caso.

¿Qué dicen los que se oponen al Parque Nacional Marino, y de pronto proponen una batería de acciones en contra de esta iniciativa?
Básicamente plantean cuatro cuestiones:

a) Que no hay suficiente información.
b) Que van contra los intereses y las tradiciones de los pescadores.
c) Que las competencias debe tenerlas la Comunidad Autónoma y El Cabildo.
d) Que deben decidirlo los herreños.

Pero todo esto lo dicen, sin tener en cuenta que lo único que hay hasta ahora es una propuesta, y cito textualmente: “El futuro parque nacional aún está en una fase inicial para su aprobación. La propuesta, como estipula la Ley de Parques Nacionales, deberá pasar por determinados departamentos ministeriales, autonómicos y locales, así como por el Consejo de la Red de Parques Nacionales. Una vez superados estos trámites, el Gobierno elaborará, aprobará y remitirá al Congreso y al Senado el proyecto de ley para su declaración”.

Es decir, que la creación del Parque Nacional Marino, requiere la aprobación de una ley en el parlamento nacional. Y para eso debe pasar un largo proceso en el que se somete a información pública, requerirá de una amplia batería de informes sectoriales, de consultas con las diversas administraciones, de debate en el parlamento sujeto a la aprobación de enmiendas, y al final de todo esto, es necesario que el parlamento lo apruebe por la mayoría de los grupos políticos, porque si no, no hay Parque Nacional Marino. Y tras todo este proceso, se elaboraría el Plan de Uso y Gestión del Parque, con participación de cabildo y ayuntamientos, definiendo con más precisión los usos permitidos, dotación de personal y medios, control y vigilancia, etc. etc.

¿SUFICIENTE INFORMACIÓN?


Creo que en ningún caso, en la creación de un Parque Nacional, el proceso de información previa, consultas y debate, ha sido tan amplio y exhaustivo como en el del Parque Nacional Marino. Años de consultas con diversas administraciones y con colectivos afectados, en los que han ido recogiendo sugerencias y modificaciones diversas, y la última ha sido, proponer que el límite interior del Parque Nacional Marino entre Arenas Blancas y El Faro, se retirase a cien metros de la costa, para permitir que continúen todas las actividades actualmente autorizadas, incluyendo la pesca con caña, por supuesto. ¿Qué información pública y debate ciudadano existió con la creación del Parque Nacional de Timanfaya, de la Caldera de Taburiente, del Teide o de Garajonay?

 

¿QUE VA CONTRA LOS INTERESES Y CONSTUMBRES DE LOS PESCADORES?

Con la propuesta que hay sobre la mesa, pienso que no le afectaría lo más mínimo a los pescadores de caña, que podrían seguir pescando en los mismos lugares y con las mismas condiciones. Ni le afectaría lo más mínimo a los pescadores de submarina, que podrían también seguir pescando en los mismos espacios autorizados actualmente. Ni le afectaría a los pescadores profesionales, que idem de lo mismo, y que además, podrían incluso aumentar la cuota o licencias permitidas. A quien único podría perjudicar, es los pescadores recreativos, con pesca desde embarcaciones alejadas de la costa.

Y en cuanto a costumbre tradicionales… pues quizá sería bueno suprimir el nylon y el carrete y volver a la caña fija e hilo de cobre, y sería una actividad más sostenible, que, por ejemplo, llegar desde Tenerife con un pequeño grupo electrógeno y un arcón congelador, para llevarlo lleno de pescado capturado a fusil…

Y eso de que es una actividad de subsistencia, porque la familia que no tiene para comer van al mar con una caña para pescar y alimentarse, suena hasta ridículo.

¿QUE LAS COMPETENCIAS LAS DEBERÍA TENER LA COMUNIDAD AUTÓNOMA Y EL CABILDO?

¿Para qué? ¿Para hacer un chiringuito en el que colocar y con el que contratar a amigos y allegados? Es evidente que El Estado tiene mas medios humanos y técnicos y más recursos económicos, para la puesta en marcha de ese proyecto. Y es que, además, la legislación vigente atribuye al estado las competencias exclusivas en ese ámbito, y cambiarlo requería de complejas modificaciones de leyes, y posiblemente, el visto bueno de la Unión Europea.

¿DEBERÍAN DECIDIRLO LOS HERREÑOS EN REFERENDUM?


Me parece una boutade. Un referéndum en un ámbito local debe ser autorizado por el Consejo de ministros, previa solicitud de todas las administraciones competentes. Que yo sepa, en España solo se ha celebrado uno: En 2.022, para la fusión en uno solo, de los municipios de D. Benito y Villanueva de la Serena, en Extremadura. Preguntaban a los vecinos si querían fusionarse y crear un solo municipio. Ganó el sí.

Pero un referéndum debe hacerse sobre cuestiones simples e inequívocas: Fusión supramunicipal, si o no; monarquía o república… pero en una cuestión tan compleja como la creación de un Parque Nacional Marino, con tantos parámetros a considerar, lo normal es que sean los técnicos los que elaboren un proyecto, y los representantes de los ciudadanos democráticamente elegidos, a la vista de todos los informes y consultas, tomen la decisión más adecuada.

Lo que hay sobre la mesa, no es la creación definitiva de un Parque Nacional Marino, sino una propuesta que será sometida a información pública, sujeta a alegaciones y sugerencias, que debe seguir un trámite parlamentario y un largo proceso administrativo, Y puede durar años.

La creación de la Reserva Marina del Mar de Las Calmas, también fue objeto de campaña de rechazo por algunos sectores. Pero creo que al día de hoy podemos decir, que, en la isla de El Hierro, la única actividad económica productiva a cierta escala, creadora de riqueza y de puestos de trabajo, de iniciativa privada y sin depender de subvenciones o de contrataciones públicas, es el sector del submarinismo de La Retinga.

Porque si no se hubiese creado esa reserva marina y en El Bajón se pudiese pescar libremente, allí no quedarían ni pejes verdes, y el submarinismo no tendría ese atractivo, ni supondría para La Restinga y para El Hierro lo que hoy supone, no solo para los clubs de buceo, sino para actividades complementarias como alojamiento en apartamentos, restaurantes, transportes, etc. Por poner un ejemplo.

Como podrán comprender, en el caso de la creación del Parque Nacional Marino, la participación y transparencia es muy superior a otras iniciativas de ese calado. Los beneficios para la Isla de El Hierro y para los herreños en particular, creo que Alpidio los ha expuesto de forma clara. Loa detractores parecen no tienen argumentos sólidos, sino excusas: Que se demore el expediente y se aplace la decisión; que se haga un referéndum; que se facilite más información; que los promotores se reúnan con todas las organizaciones sociales…

Yo, particularmente, estoy a favor de que se inicie el proceso para evaluar la posibilidad de crear una Parque Nacional Marino en aguas de El Hierro. Y creo que eso es lo que ha acordado el Consejo de ministros.

 

Deja un comentario

Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.

Top
Utilizamos cookies para mejorar nuestro sitio web. Al continuar utilizando este sitio web, usted da su consentimiento para que se utilicen cookies. More details…